Un error de análisis en la Violencia de genero: Generadores y disparadores

Leo ocurrencias de quien no sabe de violencia de género sobre que solo son celos y que las distorsiones machistas no influyen. Algunas de estas falsas informaciones vienen de personas que por el efecto halo y la profesión que tienen pueden creerse verdad. Ante tal despropósito nace esta entrada, pues debe quedar claro que ninguna justificación superficial sirve aquí. Hay que saber diferenciar elementos para aislar la motivación del maltrato. ¿Cómo? Allá vamos.

Lo primero que tiene que quedar claro es que toda conducta está motivada. Muchas veces creemos que no porque cerca del 70% de los procesamientos lo hacemos de manera inconsciente. Es decir, que no seamos conscientes de qué motiva nuestra conducta, o qué sesgos o eurísticos se activan en nuestra procesamiento, no implica que estos no se lleven a cabo. Sin embargo, es más sencillo creer que somos conscientes y controlamos todo cuando esto es imposible científicamente ya que nuestro cerebro colapsaría. Por eso se repiten patrones muchas veces (el volver a caer en la misma piedra que se dice coloquialmente) y se necesita de profesionales para hacerlos conscientes. Entonces, ¿Qué debemos diferenciar ante un caso de maltrato sea físico, psicológico o sexual?

Configuración conductual: ¿Por qué la persona TIENE la conducta que realiza?. La mayoría de las conductas que se llevan a cabo y se ejecutan están previamente en el repertorio conductual de la persona. Es decir, para llevarla a cabo debe haberla aprendido previamente. Este aprendizaje se da por diferentes medios como puede ser la imitación a través de modelos o exposición a violencia (desde la trasmisión intergeneracional de la violencia a lo que aparece en los medios influiría). Aquí es importante tener presente que sin estos modelos donde se ve la reproducción de violencia hacia la mujer, desde la más sutil a la más hostil, las probabilidades de su ejecución disminuirían pues el aprendizaje y la fuerza de estos patrones aprendidos estarían menos presentes. ¿Quiere decir que los modelos machistas son la única variable? No. Quiere decir que eliminando todo ejemplo o socialización machista (desde chistes, objetualización de la mujer en anuncios y medios, denigración de mujeres en grupos de whatsapp, vivencia de violencia en el hogar, diferentes modelos de cultura de la violación, etc.) se reduciría significativamente este tipo de violencia.

Por tanto, si bien no es la única variable a tener en cuenta, la sociedad sexista y en concreto el machismo es una variable fundamental sobre la que incidir para reducirla. Pues de la misma manera que no podemos conducir si no hemos aprendido a hacerlo, sin modelos sociales que enseñen violencia a diferentes niveles tampoco la llevaremos a cabo tan fácilmente. Se trata siempre de reducir probabilidades. Por supuesto, la implicación fundamental de todo esto es que si los maltratadores «se configuran» y en consecuencia también pueden «desconfigurarse«, pero hay que saber dar en los mecanismos adecuados, para lo cual se requiere de programas de reeducación científicos válidos y fiables y que se lleven a cabo por profesionales especializados.

Detonador conductual: ¿Cual es el evento que hace que esa conducta se DISPARE?. De la misma manera que antes hablábamos del aprendizaje de patrones violentos, que estos se tengan en el repertorio no implica por si mismos que se vayan a llevar a cabo, pues se necesitan otras variables (individuales y contextuales como expliqué en otra entrada) para que se ejecuten. Ahora bien, de darse las distintas variables que «configuran a un maltratador», el momento concreto en el que se llevan a cabo se lleva a cabo porque se activan detonadores, que bien pueden ser intrínsecos (que nacen de si mismos, como un pensamiento) o extrínsecos (que vienen de fuera, como una gran activación emocional fruto de un conflicto, por ejemplo). Por supuesto en ningún caso las situaciones detonadoras son responsabilidad de las víctimas. Pero debemos conocerlos para incidir sobre ellos y prevenir deselaces trágicos con mayor efectividad. Sobre todo porque debemos invertir en neutralizarlas.

Pues bien diferenciar esto es muy básico y muy importante. Porque por una lado está la leña, y por otro lado el mechero que hace que prenda. Y si creemos que el mechero es la leña ya podemos retirar todos los mecheros del mundo que basta una chispa o una cerilla para que la leña prenda igualmente. Por tanto debemos tener claro la repuesta a la pregunta: ¿Qué configura el maltrato a la mujer?: Una serie de factores de riesgo y de protección sociales e individuales que derivan en que una persona lleve a cabo conductas de maltrato. Aquí hay desde carencias en habilidades sociales a una SOCIALIZACIÓN SEXISTA. Es decir, el machismo influye por supuesto.

¿Quiere esto decir que todo hombre machista es un agresor de género? No. Y quien cree que el feminismo dice esto es que no ha entendido qué es el feminismo. Quiere decir que sin estas distorsiones cognitivas que se generan por la cultura desigual descenderían significativamente las agresiones. ¿Hay más factores que influyen en la conducta de agresores machistas que el machismo? Sí claro. Por ejemplo baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, problemas de dependencia, etc. Ahora bien, ¿Si hubieran tenido una educación en igualdad se neutralizarían estos factores? Parte sí. De hecho entre los factores de riesgo se encuentra haber sufrido abusos o maltrato en la Infancia. La responsabilidad social es indiscutible por mucho que haya una responsabilidad individual.

¿Entonces cómo diferenciamos configurador y detonador? Pues si la configuración conductual es tener el arma cargada cuando hay más factores de riesgo que de protección presente, el detonador es la situación donde se decide disparar y suelta el gatillo. Aquí los criminólogos y policías aportan mucho. Por ejemplo hay más probabilidades de que se lleven a cabo agresiones en vacaciones o cuando hay más calor o cuando se produce la separación porque se dan situaciones de mayor contacto o más estrés. ¿Cual es el problema aquí? El problema de interpretación de la realidad es que hay quien confunde, incluyendo profesionales por desgracia, que no es igual la CONFIGURACIÓN conductual que el DETONADOR de la conducta. Y llegan a conclusiones sesgadas como que es el calor y no el machismo quien produce las agresiones. Aquí, por supuesto, se cuece y se alimenta el negacionismo, que no tiene por qué ser decir que no existe la VG sino difuminar sus verdaderas casuas y sus eficaces abordajes.

Por tanto, los celos son detonadores, Igual que la ruptura. Pero no nos dicen nada de la génesis o el origen de la conducta que la Psicología lleva tantos años estudiando y que se remonta a la educación y los valores sociales. Así que tengamos claro que hay que ir siempre al origen si queremos intervenir y acabar con la conducta. Y tanto para configurar el maltrato como para mantenerlo en el tiempo detrás están distorsiones cognitivas sexistas por lo que es una necesidad social tratar de erradicarlas. Elijamos siempre evidencia para poder acabar junt@s contra este problema social: Actuemos como tribu y reconstruyamos nuestra conCiencia colectiva,

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Una respuesta a «»

  1. Genial Laura. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Estamos en una Sociedad en que se utiliza mucho la palabra prevención, pero que se actúa poco en esa dirección. Todo es paliativo, y solemos atacar el síntoma, cuando ya hay una enfermedad o cuando ya hay una víctima. Y aunque es muy necesaria la protección de la víctima y los recursos y leyes que se adopten, no menos necesario es que se vaya a la raiz de la enfermedad. Todo pasa, bajo mi punto de vista, en la toma de conciencia, pero estamos en una sociedad cuyo reflejo es todo lo contrario, nos asusta asumir la responsabilidad de la violencia que a un nivel determinado tenemos todxs los que constituimos esta Sociedad. Un placer haber llegado hasta ti, espero aprender mucho siguiéndote en las distintas redes sociales. Un abrazo

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